Desde el principio eficiencia y sostenibilidad

No hay un comienzo tan profusamente proclamado EL PRINCIPIO como el de una legislatura. El dopaje de ideas nuevas de la campaña electoral en la que -mirando al futuro- se puede prometer y se promete y el posterior ejercicio del pacto de investidura con que el gobierno entrante suele exagerar las expectativas, es suficiente para que nos quede claro que algo empieza. Que hay un punto de partida. Un pistoletazo de salida.

Pero hay otra acepción de PRINCIPIO mucho más rica por lo que tiene de cualitativa. Esa que define el aspecto propositivo, rector o normativo de un principio al identificarlo con ideas fundamentales con capacidad para regir comportamientos y conductas.

Marcar el principio de algo implica necesariamente dejar atrás lo anterior, pero, qué interesante sería -y qué oportuno- reforzar el mensaje con un sentido más amplio en el momento en el que arranca la legislatura…

Por eso desde ForesCyL vamos a hablar de construcción eficiente y sostenible, desde el principio sí, pero como la base o la razón fundamental sobre la cual se debiera proceder en materia de edificación y habitabilidad. 

  • Abrimos un espacio que visibilice las posiciones más avanzadas en cuanto a la necesidad de aprovechar la aportación tecnológica del diseño sostenible. 
  • Queremos acelerar los tiempos y estimular cambios que inspiren los próximos códigos técnicos de la edificación. La normativa técnica es el primer paso para lograr explotar el valor de la tecnología constructiva y las capacidades industriales de producción que tenemos en Castilla y León. 
  • Nuestro territorio forestal nos ofrece el mejor espacio de oportunidad posible para la aportación de soluciones sostenibles que a todos nos interesa porque otras lógicas ineficientes no tienen justificación alguna en un mundo globalizado, donde los recursos materiales son limitados y las demandas deslocalizadas producen hondos desequilibrios y amenazas.

En Castilla y León tenemos todo lo necesario para convertirnos en el mejor ejemplo de transición hacia una construcción ecológica. Somos la segunda región forestal más grande de Europa. Una especificidad que supone el mayor espacio de oportunidad imaginable ante los retos a los que nos enfrentamos. La dependencia energética, la escasez de materias primas, la despoblación de las zonas rurales, la protección de nuestros bosques y de nuestro patrimonio natural pasan por comprenderla y construir el futuro sin complejos a partir de esta especificidad.

Si somos una comunidad forestal tenemos que aprovecharlo. Tenemos bosques productivos fabulosos y sabemos gestionarlos. No en vano somos la comunidad con más superficie forestal gestionada sosteniblemente y certificada por entidades independientes. Gracias a eso tenemos madera, un recurso natural y renovable y una materia prima clave. Tenemos personas que saben qué hacer con ella, llevan generaciones atesorando ese conocimiento; y tenemos una industria, muy preparada, consciente del papel de liderazgo que le toca asumir, pero algo desanimada por no haber tenido la atención del sector público a pesar de haber hecho un gran esfuerzo por acentuar su perfil ecológico con el desarrollo de materiales y tecnologías que pueden suponer la bisagra hacia el cambio de paradigma que necesitamos.

Este nuevo PRINCIPIO, como todos los comienzos tiene algo de esperanzador. En los últimos años hemos visto cómo empresarios y profesionales ya han comprendido el potencial de nuestras capacidades industriales de producción y cómo desarrollarlas desde unos PRINCIPIOS inspirados en una ECONOMÍA SOSTENIBLE. No podemos permitir que esta aportación de valor se pierda. Hay suficiente masa crítica que entiende la responsabilidad de proyectar de acuerdo con una mentalidad ecológica. Es más, cada vez más la sociedad entiende que un edificio forma parte de un metabolismo urbano que hay que cuidar y mantener de manera saludable y arquitectos y promotores que solo conciben construir eficiente y sosteniblemente.

Queda entonces para los poderes públicos la tarea de administrar este nueva concepción que integre todo este valor y aprovecha todo el capital forestal que tenemos en Castilla y León. Para que al PRINCIPIO tengamos claros que los PRINCIPIOS son sólidos, consistentes y mucho más duraderos de lo que dura una legislatura.