La Biomasa: una alternativa real

Desde ForesCyL vamos a hacer una convencida promoción de los usos de la biomasa.

Encontrar alternativas a veces es tan sencillo como detenerse a mirar qué es lo que pasa. Y si ponemos suficiente intención y después hacemos un pequeño esfuerzo de análisis probablemente nos sorprendan los productivos resultados de un ejercicio tan barato.

A simple vista vemos que en España continúa aumentando la biomasa forestal. El 55% de nuestro territorio está ocupado por superficie forestal en la que cada año que pasa crecen los bosques. Desde 1990 esta tendencia producida en gran medida por el abandono de la actividad en zonas rurales, ha hecho que los bosques hayan crecido un 34% según el Global Forest Resources Assesment, 2020 de la FAO. Y hoy somos ya el segundo país con más superficie forestal y uno de los cinco países con más bosques de Europa.

Pero solo tras ese esfuerzo de análisis podremos entender qué supone este cambio.

Nuestros bosques acumulan cada vez más enormes cantidades de biomasa. El medio natural, si no se cultiva o se gestiona adecuadamente crece sin control. Mantener el monte limpio es costoso y si no tenemos previsto un sistema que aproveche los residuos que se generan, corremos el peligro de que se acumulen en nuestros bosques causando grandes problemas ambientales. Los incendios de los últimos años están siendo cada vez más virulentos y catastróficos por la acumulación de combustible que los hace incontrolables. Además, proliferan plagas debidas su mala gestión y otros factores derivados del cambio climático.

Pues bien, parece obvio que la solución pasa por aprovechar toda esa biomasa para revertir lo pernicioso de esta situación que impide impulsar el círculo virtuoso de nuestra gestión forestal.

Bioeconomía, circularidad, Green Deal ¿para cuándo?

En Castilla y León, la segunda región forestal de Europa, tenemos a la industria preparada para asumir este papel. Sin embargo, hace falta que la administración entienda el potencial estratégico de la biomasa. Producir energía con Biomasa está a nuestro alcance y no vale tener dudas. No se trata de extraer masivamente biomasa con fines energéticos sino de aprovechar lo que tenemos y diseñar planes energéticos coherentes y dimensionados a nuestra realidad forestal. Integrar este recurso del que ya disponemos a la rueda de la economía circular. La economía del bosque es un motor que da empleo, empleo verde que fija población y dinamiza zonas rurales y no podemos renunciar al aprovechamiento de un recurso tan ecológico como la biomasa para producir energía renovable.

Cada vez somos más conscientes de la necesidad de reducir nuestra dependencia energética de otros países. Es probable que la invasión de Rusia a Ucrania y la situación diplomática con Argelia supongan un toque de atención y nos pongamos manos a la obra, pero llevamos tiempo desaprovechando oportunidades. En los últimos 30 años se ha duplicado la cantidad de biomasa y según los datos del III Inventario Forestal Nacional, en España se podría extraer tres veces más biomasa de la que se extrae hoy.

Si quieres saber más, aquí te dejamos un interesante documental de RTVE: https://www.rtve.es/play/videos/el-escarabajo-verde/escarabajo-verde-mas-madera/2461369/

Bioeconomía, transición ecológica en Castilla y León

La nueva Estrategia Regional de Investigación e Innovación para una especialización inteligente (RIS3) de Castilla y León 2021-2027, incluye a la bioeconomía como uno de los ámbitos de prioridad para Castilla y León, dada la dimensión de sus sectores agrario y forestal, el peso de la agroindustria y las fortalezas en I+D biotecnológica.

El desarrollo de este sector supone un elemento clave para dinamizar las áreas rurales y aprovechar eficientemente los recursos endógenos renovables, impulsando nuevos modelos de negocio que mejorarán la competitividad del tejido empresarial, generando puestos de trabajo y fijando población especialmente en las zonas más afectadas demográficamente.

Pero el éxito de implantación de este modelo depende de su forma de construcción. 

Los expertos congregados en el I Foro de Bioeconomía de Castilla y León (celebrado los días 27 y 28 de octubre de 2021), nos dejaron algunas pistas entre sus conclusiones técnicas:

  • Bosques: proteger la biodiversidad y generar riqueza. La bioeconomía debe apostar por la preservación de la biodiversidad, restauración ecológica y la circularidad de los procesos: sin biodiversidad no hay bioeconomía
  • Integración de ámbitos (rural y urbano, forestal y agrícola), anclaje territorial y construcción a partir de las capacidades existentes, el conocimiento de los actores relevantes y de las comunidades, aplicándolos en todo el proceso.
  • La descarbonización de las actividades es la palanca principal para lo cual es necesario el compromiso compartido de todos los actores y especialmente el de la administración, actualizando el marco normativo que incorpore principios de justicia climática y los incentivos necesarios para acompañar este proceso y garantizar el cambio de modelo.
  • Castilla y león posee recursos infra aprovechados por lo cual es necesario aumentar las capacidades de gestión territorial desde un enfoque de colaboración público privada para aumentar su movilización de forma sostenible incorporando y fortaleciendo las capacidades digitales y de innovación y desarrollo para agregar valor, atraer talento y que tanto el valor agregado como el talento se asienten en el territorio. 
  • La industria presente y futura tiene una gran oportunidad para el desarrollo de productos sostenibles reemplazando el concepto de residuo por el de recurso. A través de la construcción de sinergias que favorezcan el aprovechamiento de subproductos de una empresa como materia prima de otra (simbiosis).
  • El desarrollo de la bioeconomía requiere una fuerte apuesta del sector privado para incorporar personas con diferentes niveles de formación, considerando especialmente a la formación profesional
  • Las personas son el centro: por lo cual debemos exigir y ser capaces de asumir el compromiso comunitario para la construcción de políticas equitativas, que garanticen la igualdad de género, la cohesión territorial, la formación y dignificación de las condiciones de trabajo especialmente para las mujeres y los jóvenes garantizando una mejora de la calidad de vida integral.

La buena noticia es que la revolución ya ha comenzado y en la actualidad se está trabajando en nuestro país en iniciativas tan interesantes como el Proyecto BEGUR que estudia la viabilidad del aprovechamiento del residuo de madera (serrín) para generar un nuevo material de alto valor añadido para la fabricación de elementos de mobiliario urbano u otros. Para lo cual, se utilizará la fracción más fina de madera para la obtención de un composite plástico-madera WPC, mediante la extrusión de las fibras más finas de madera con polímeros plásticos y aditivos. De esta forma se podría sustituir el 50% del material plástico con producto de madera.

Además, el pasado 21 de marzo de 2022, la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera anuncio en la Jornada ‘Bioeconomía y Emprendimiento’ próximas convocatorias enmarcadas en el Programa de Bioeconomía y Gestión Forestal Sostenible, dotado con 120 millones de euros de inversión. Será el primer paquete de inversiones en el que se combine de forma específica la promoción de la bioeconomía y las actuaciones de transformación territorial y lucha contra la despoblación. Un programa con una gobernanza compartida que destinará 40 millones para las comunidades autónomas, 40 millones para entidades locales y 40 millones para empresas, asociaciones y emprendedores.